lunes, 4 de mayo de 2020

Crean una aplicación en Francia para grabar y denunciar la violencia policial


Hace menos de una semana, en la noche del sábado al domingo, en LÎle-Saint-Denis, municipio próximo a París, un joven se lanzó al Sena huyendo de una patrulla de la Policía. Tras sacarle del río, los agentes le llevaron entre risas y comentarios como “un morito como este no sabe nadar” a un furgón policial del que, poco tiempo después, empezaron a salir ruidos de gritos y golpes. 
El caso es uno más de una larga cronología de abusos policiales en los barrios populares de Francia, en algunos casos con respuesta. Un territorio de extrarradio donde se conjugan inmigración, paro y racismo institucional, y en el que cada municipio da nombre a sonados escándalos de violencia policial: Clichy-sous-Bois, Mantes-la-Jolie, Noisy-le-Sec, Villeneuve-la-Garenne... Sin embargo, en L’Île-Saint-Denis, la agresión pudo ser filmada por varios testigos y difundida rápidamente por las redes sociales. Lo que obligó al Ministerio del Interior a pedir la suspensión temporal de los dos agentes implicados, apenas dos días después de conocerse los hechos.
Para Amal Bentounsi, portavoz del colectivo Urgente, Nuestra Policía Asesina y del Observatorio Nacional de la Violencia Policial, lo sucedido demuestra la necesidad de la aplicación para móviles que lanzaron el 10 de marzo. “Recibimos las imágenes de L’Île-Saint-Denis en nuestros servidores a las 4 de la mañana”, recuerda Bentounsi, “el testigo abrió la aplicación, grabó y así, aunque la Policía le incaute el móvil, las imágenes están a salvo”.
La Policía en Francia no tiene ninguna protección especial sobre sus derechos de imagen, y en esto se apoya el colectivo promotor de esta app para dar un marco legal a su iniciativa
Bentounsi recalca que la Policía en Francia no tiene ninguna protección especial sobre sus derechos de imagen, como se recoge en un comunicado oficial del Ministerio del Interior de 2008, sobre el que se apoya su colectivo para dar un marco legal a su aplicación: “Queremos que los ciudadanos sepan que tienen derecho a grabar las actuaciones policiales. La Policía, muchas veces, se aprovecha de este desconocimiento y amenaza a la gente diciéndoles que es ilegal. Cuando no lo es”, afirma.  
En el menú de la aplicación Urgence Violences Policières, el colectivo de Bentounsi da algunos consejos y recomendaciones técnicas para que las imágenes sean lo más claras posibles: mantener la calma, no gritar o hablar —para no distorsionar el audio— e intentar que se vean la cara y el número de placa del agente: “El objetivo es que los testigos pierdan el miedo a grabar a la Policía y no tengan que tomar las imágenes escondidos o desde lejos”, dice Bentounsi.         
Cuando las imágenes llegan a los servidores de UVP, un grupo de voluntarios del colectivo se encarga de visionarlas y clasificarlas. Los usuarios de la aplicación, que se sustenta a través de donaciones, tienen que registrarse con una cuenta de Facebook o una dirección de correo y permitir el acceso a la aplicación a la cámara y la geolocalización del móvil. “Pero solo les pedimos que se identifiquen para poder contactar a los testigos en el caso de que las imágenes que manden sean interesantes”, señala Bentounsi.

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