Una cámara escondida en una caja oscura en la azotea de un restaurante controlaba la actividad de una casa okupada en el barrio de Gràcia de Barcelona, al menos desde el pasado 22 de diciembre cuando la detectaron. Tal y como ha difundido el grupo Ègida-Defensa Colectiva Anarquista, el equipo de videovigilancia enfocaba directamente a la puerta del inmueble okupado, por lo que descartan que se trate del sistema de seguridad del restaurante.
Testimonios vecinales han explicado a la Directa que durante las últimas semanas habían observado la presencia de individuos “extraños” y vehículos estacionados con personas en el interior alrededor de la vivienda todo el día: “Los vi delante de la casa, estoy convencida de que se trataba de policías de paisano”, asegura una vecina. Uno de los encargados del restaurante, donde las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado habían colocado la cámara, ha declarado a este medio que no tienen "nada que decir".
La cámara escondida en una caja oscura estaba colocada en la azotea de un restaurante enfocando a la puerta del inmueble, al menos desde el pasado 22 de diciembre cuando la detectaron
La cámara descubierta, que permite el control externo de las imágenes, es una Dahua CA-HZ2030T y estaba conectada a la red eléctrica ya una caja de distribución de Telefónica para la transmisión en tiempo real de la grabación. A través de un texto sin firmar en el portal contrainformativo Indymedia, difundido por Ègida, han hecho públicas fotografías de la cámara y han denunciado que “tanto el Estado como las empresas privadas, en este caso Dahua, se lucran a expensas de la nuestra limitada sensación de libertad, creando enemigos comunes”.
En el texto en el que denuncian los hechos, recuerdan que las habitantes de la casa okupada bajo el punto de mira fueron detenidas el 23 de agosto, a raíz del Primero de Mayo del 2023. Según detalló el servicio de prensa de los Mossos entonces, las detenidas estaban acusados de “dañar establecimientos con objetos contundentes” ese día. En concreto se trataría de cajeros automáticos y las sedes de Zara, Primark y Starbucks en el centro de Barcelona, entre otros. La Unidad Central de Investigación de Extremismos Violentos de los Mossos d'Esquadra fue la encargada de llevar a cabo la operación. Las afectadas aseguran que desde entonces "se ha visto por los alrededores del inmueble la presencia de miembros de la policía secreta".
Videovigilancia de la Kasa del Monte
No es la primera vez que se espía los movimientos sociales en Barcelona, ni concretamente en el distrito de Gràcia. En julio de 2013 la instalación de una chimenea que no echaba humo en la azotea de la escuela el Turó del Cargol con un objeto oculto en su interior levantó sospechas. El objeto resultó ser un equipo de videovigilancia que enfocaba en el patio interior del recinto del CSO Kasa de la Montaña, en el barrio de la Salut.
Al cabo de unas semanas, un grupo de operarios subió a retirar el dispositivo, para volver a montarlo, días después, dentro de un tubo de ventilación falso en la azotea del hospital de la Esperanza. Encarada directamente sobre la fachada y los accesos al centro social, la nueva perspectiva permitía a la cámara grabar en todo momento quién entraba y salía del edificio. Por último, un grupo de activistas desmanteló el sistema de espionaje.
https://ppcc.lahaine.org/espionatge-i-videovigilancia-davant-la
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