La Policía Foral detuvo a ayer a tres opositores al TAV a su llegada de Toulouse. Les acusa de «atentado contra la autoridad» por ser los presuntos autores de la protesta del jueves en la capital occitana, en la que la presidenta navarra, Yolanda Barcina, recibió tres tartazos durante la reunión del Comité de Trabajo de los Pirineos (CTP). El movimiento de desobediencia Mugitu, que reivindicó la acción, señaló ayer que los arrestos son «ilegales», puesto que el juez competente sería el de Toulouse y, por tanto, sería necesaria una euroorden suya.
Julio Villanueva, Gorka Ovejero e Ibon García fueron arrestados poco antes de las 16:00, al poco de llegar a Iruñea. Mugitu denunció la diferencia de trato entre un estado y otro. Según explicaron, después de propinar los tres tartazos a Barcina, fueron expulsados del edificio tolosano por la seguridad interna y ni tan siquiera se les identificó. De hecho, realizaron declaraciones a distintos medios de comunicación durante varios minutos.
El recibimiento en Iruñea fue bien distinto, ya que fueron asaltados en plena calle por agentes embozados, que se los llevaron a comisaría. Desde el Gobierno navarro alegan que la Policía Foral actuó de oficio. Les acusa de atentado contra la autoridad.
Pese a las detenciones, Mugitu mantuvo la rueda de prensa que tenía prevista para ayer por la tarde. Allí expuso que un tartazo es una acción no violenta, con tintes humorísticos, que no pretende causar daño a la persona, sino a su imagen pública. Además, afirmaron que no fue un acto contra Barcina en concreto, sino que se la eligió como objetivo por ser la representante de más alto nivel de los gobernantes de Euskal Herria que hacen oídos sordos al descontento social que genera el «ruinoso» proyecto del TAV. La acción estuvo coordinada entre Mugitu y el movimiento occitano Libertat, que también reivindica y apoya los tartazos.
Mugitu calificó de «victimista» la actitud adoptada por Barcina tras la protesta, quien lo describió ayer como «otro acto violento de un grupo ligado al entorno de ETA». Según el movimiento contrario al TAV, «el tartazo es una práctica que se utiliza en todo el mundo» y son muchas los «gerifaltes» que han sido objetivo de acciones similares, entre otros Bill Gates y Nicolas Sarkozy.
Las imágenes de Barcina con la cabeza cubierta de merengue han tenido una gran repercusión mediática y han suscitado infinidad de opiniones, entre ellas la condena del Parlamento navarro. Preguntados por el hecho de que la Cámara condenara el tartazo y obviara los porrazos a los alumnos que se manifestaron el jueves a favor de la Educación Pública, desde Mugitu apuntaron que «no es más que un reflejo de la situación que existe actualmente en Nafarroa; son las dos caras de la misma moneda».
El grupo parlamentario de Bildu se desmarcó de la condena, al abstenerse de votar la declaración oficial. Ayer, la izquierda abertzale hacía su propia valoración, en la que tachaba de «infantil» afirmar que Barcina ha sido víctima de una «agresión del entorno de ETA» y le reprochaba que intente levantar una cortina de humo para «huir del debate de fondo sobre el TAV». Tras conocer las detenciones, expresó su solidaridad con los arrestados y exigió su inmediata puesta en libertad.
Críticas institucionales
Mugitu comentó que ha recibido numerosas felicitaciones y muestras de apoyo por la acción. Considera que la repercusión mediática se puede calificar de un éxito -a la rueda de prensa de ayer acudió una veintena de medios-. No obstante, también han sido numerosas las instituciones que han criticado la iniciativa. Así, el Ejecutivo navarro la calificó de acción «violenta», mientras que el Gobierno español señaló que es «condenable» y el francés habló de acto «cobarde» contra su «invitada». Mariano Rajoy, el líder del PP, twitteó un mensaje de apoyo en la que invitaba a Barcina a seguir defendiendo «sus ideas en libertad a pesar de los cafres». CCOO y UGT también lo criticaron.
La acción del jueves pretendía abrir de nuevo el debate sobre el TAV, cuyo trazado en Nafarroa costará unos 4.000 millones de euros. Mugitu ha protagonizado varias iniciativas con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre lo que considera un despilfarro y sobre coste medioambiental y social. Por ejemplo, colocó multas falsas en centenares de coches de Iruñea, marcó billetes con el coste por cada ciudadano navarro que tendrá el TAV (en ese momento se pensaba que eran 4.760 euros, pero ahora se sabe que costará más).
Julio Villanueva, Gorka Ovejero e Ibon García fueron arrestados poco antes de las 16:00, al poco de llegar a Iruñea. Mugitu denunció la diferencia de trato entre un estado y otro. Según explicaron, después de propinar los tres tartazos a Barcina, fueron expulsados del edificio tolosano por la seguridad interna y ni tan siquiera se les identificó. De hecho, realizaron declaraciones a distintos medios de comunicación durante varios minutos.
El recibimiento en Iruñea fue bien distinto, ya que fueron asaltados en plena calle por agentes embozados, que se los llevaron a comisaría. Desde el Gobierno navarro alegan que la Policía Foral actuó de oficio. Les acusa de atentado contra la autoridad.
Pese a las detenciones, Mugitu mantuvo la rueda de prensa que tenía prevista para ayer por la tarde. Allí expuso que un tartazo es una acción no violenta, con tintes humorísticos, que no pretende causar daño a la persona, sino a su imagen pública. Además, afirmaron que no fue un acto contra Barcina en concreto, sino que se la eligió como objetivo por ser la representante de más alto nivel de los gobernantes de Euskal Herria que hacen oídos sordos al descontento social que genera el «ruinoso» proyecto del TAV. La acción estuvo coordinada entre Mugitu y el movimiento occitano Libertat, que también reivindica y apoya los tartazos.
Mugitu calificó de «victimista» la actitud adoptada por Barcina tras la protesta, quien lo describió ayer como «otro acto violento de un grupo ligado al entorno de ETA». Según el movimiento contrario al TAV, «el tartazo es una práctica que se utiliza en todo el mundo» y son muchas los «gerifaltes» que han sido objetivo de acciones similares, entre otros Bill Gates y Nicolas Sarkozy.
Las imágenes de Barcina con la cabeza cubierta de merengue han tenido una gran repercusión mediática y han suscitado infinidad de opiniones, entre ellas la condena del Parlamento navarro. Preguntados por el hecho de que la Cámara condenara el tartazo y obviara los porrazos a los alumnos que se manifestaron el jueves a favor de la Educación Pública, desde Mugitu apuntaron que «no es más que un reflejo de la situación que existe actualmente en Nafarroa; son las dos caras de la misma moneda».
El grupo parlamentario de Bildu se desmarcó de la condena, al abstenerse de votar la declaración oficial. Ayer, la izquierda abertzale hacía su propia valoración, en la que tachaba de «infantil» afirmar que Barcina ha sido víctima de una «agresión del entorno de ETA» y le reprochaba que intente levantar una cortina de humo para «huir del debate de fondo sobre el TAV». Tras conocer las detenciones, expresó su solidaridad con los arrestados y exigió su inmediata puesta en libertad.
Críticas institucionales
Mugitu comentó que ha recibido numerosas felicitaciones y muestras de apoyo por la acción. Considera que la repercusión mediática se puede calificar de un éxito -a la rueda de prensa de ayer acudió una veintena de medios-. No obstante, también han sido numerosas las instituciones que han criticado la iniciativa. Así, el Ejecutivo navarro la calificó de acción «violenta», mientras que el Gobierno español señaló que es «condenable» y el francés habló de acto «cobarde» contra su «invitada». Mariano Rajoy, el líder del PP, twitteó un mensaje de apoyo en la que invitaba a Barcina a seguir defendiendo «sus ideas en libertad a pesar de los cafres». CCOO y UGT también lo criticaron.
La acción del jueves pretendía abrir de nuevo el debate sobre el TAV, cuyo trazado en Nafarroa costará unos 4.000 millones de euros. Mugitu ha protagonizado varias iniciativas con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre lo que considera un despilfarro y sobre coste medioambiental y social. Por ejemplo, colocó multas falsas en centenares de coches de Iruñea, marcó billetes con el coste por cada ciudadano navarro que tendrá el TAV (en ese momento se pensaba que eran 4.760 euros, pero ahora se sabe que costará más).
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