lunes, 27 de septiembre de 2021

VITRIOL - "Vitriol" (2021, full EP)

The Way of the Psychonaut: Stanislav Grof’s Journey of Consciousness (2020)


 Stan fue un pionero en la investigación de la conciencia humana y uno de los principales psiquiatras que desarrollaron la psicoterapia psicodélica. Sigue el alcance completo de las ideas que Stan Grof desarrolló durante sus 60 años de carrera.

 

viernes, 24 de septiembre de 2021

El Papus: 44 años de un atentado desde las cloacas

 

Todo estaba preparado para hacer una brutal matanza, el objetivo era volar por los aires a toda la redacción de una de las revistas más serias de la época, hacían periodismo con una parte social que el resto de la prensa no decía. Y por supuesto era al mismo tiempo la revista de humor, “satírica y neurasténica”, por excelencia de todo el estado.
En su momento Xavier Vinader, un referente del periodismo de investigación, afirmó que tras el atentado «se podían hallar conexiones entre grupos de extrema derecha y los servicios de seguridad del Estado»

España, siempre en guerra contra la Libertad de Expresión

En 1973, un grupo de jóvenes fundaron en Barcelona una revista satírica que ridiculizaba los símbolos del franquismo. En los primeros años de la Transición, El Papus exploraba los límites de la recién estrenada libertad de expresión, y se ganó tantos amigos como enemigos.

Fue fundada por Xavier de Echarri, creador también de Barrabás, una revista satírica dedicada al deporte. El Papus, subtitulada «Revista satírica y neurasténica», fue un semanario de humor satírico publicado en España por la Ediciones Amaika con periodicidad semanal desde el 20 de octubre de 1973 a 1986. Buscaba un humor novedoso y duro, con una estética gráfica muy informal, dibujo basto y texto abigarrado, que incluso fue calificada de «feísta» pero con un lenguaje descarado, directo y valiente.

En 1975 se suspendió a la revista por cuatro meses (del 5 de julio al 25 de octubre), sanción que se repetiría en 1976 (27 de marzo a 24 de julio de 1976).

El 20 de septiembre de 1977 el grupo armado de ideología fascista Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista) fue responsable de un atentado con paquete explosivo contra la sede de la revista.  En opinión de Manuel García Quintana, a raíz de este atentado, la agresividad de El Papus muere paulatinamente, dándose por finalizada la gran época de la revista, cuando «era un ariete vivo que arremetía contra el fascismo de forma constante». El consejo de redacción de la revista, objetivo del atentado, resultó indemne. El atentado fue reivindicado por la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista). Nadie fue condenado.

 

El proceso judicial duró seis años y puso a prueba la voluntad de las instituciones de aplicar la justicia. Desde la Audiencia Nacional, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pasando por el Tribunal Supremo y el Constitucional, nadie quería dictar una sentencia que desestabilizara la joven democracia, dada la posible implicación de autoridades civiles y militares. No se pagó indemnización a la editorialni se reconoció el caso como «acción terrorista», y la muerte del portero y las heridas de la secretaria se declararon como «accidente laboral».

Un documental que analiza los acontecimientos relacionados con la revista de humor El Papus. Se entrevista a los principales protagonistas y víctimas

El documental explica los hechos y las incógnitas que siguen sin respuesta más de 33 años después. Es también un retrato de los primeros años de la Transición y sus contradicciones. Y, por supuesto, es un homenaje a la revista El Papus, icono de la contracultura de los años 70 y cantera de talentos como Carlos Giménez, Óscar Nebreda, Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Franco, Maruja Torres o Joan de Sagarra, entre muchos otros.

Se basa en un riguroso trabajo de documentación, con entrevistas a los protagonistas: las personas que sufrieron el atentado; abogados de la acusación; periodistas que investigaron el caso; o fuentes policiales implicadas. Todo ello con documentos e imágenes de valiosos archivos, como los de la revista, TVE, instancias judiciales, y sobre todo, el archivo personal de Carlos Navarro, fundador de la editorial de El Papus y la persona que mejor conoce el caso.

El Papus. Anatomía de un atentado rememora los hechos y la creatividad de ese periodo, y revisa el proceso judicial para mostrar una historia de la Transición poco conocida. Es un documental de David Fernández de Castro, coproducido por TVE.

http://loquesomos.org/el-papus-anatomia-de-un-atentado/ 

 

Fulu Miziki - Kinshasa's music warriors

lunes, 20 de septiembre de 2021

Aparece un falo de cartón piedra de tres metros de altura en una plaza de Iruñea


 Un falo de tres metros de altura elaborado en cartón piedra ha aparecido a primera hora de esta mañana en una plaza peatonal de Iruñea. Al mediodía, una grúa del Consistorio ha procedido a retirarla para almacenarla en el cuarto de decomisos de la Policía Municipal.

https://www.naiz.eus/eu/info/noticia/20210914/aparece-un-falo-de-carton-piedra-de-tres-metros-de-altura-en-una-plaza-peatonal-de-irunea 

The BoxSS ultradesing

Exit, la organización que ayuda a abandonar la ultraderecha


 

Exit es una organización sin ánimo de lucro, creada en Reino Unido a finales de 2017 a modo de espejo de una iniciativa alemana, ofreciendo respaldo y asesoramiento a las personas que quieren abandonar su pertenencia a grupos de extrema derecha.

Nada más entrar en su página web, queda claro su objetivo: “Estamos aquí para ayudarte a salir de la extrema derecha. No es fácil, pero te respaldaremos en cada paso del camino”. Se trata de Exit, una organización sin ánimo de lucro, creada en Reino Unido a finales de 2017, y que opera en casi todo el territorio de las islas ofreciendo respaldo y asesoramiento a las personas que quieren abandonar su pertenencia a grupos de extrema derecha.

No obstante, la vertiente británica de Exit nació a partir de un proyecto homónimo alemán que lleva en torno a 20 años ayudando a la gente a salir de bandas neonazis. Incluso en Estados Unidos, donde el racismo es endémico en muchas zonas —sobre todo del sur del país—, existe Life After Hate (vida después del odio), una organización donde exmilitantes del supremacismo blanco ayudan a quienes están dispuestos a dejar los círculos ultras en los que se enrolan.

Exit lo integran antiguos militantes de colectivos de ultraderecha que un día decidieron abandonar el fanatismo y la violencia y, por lo tanto, quien acude a ellos no se encuentra con abogados o fanáticos religiosos, sino con una amplia red compuesta íntegramente por personas que han pasado exactamente por la misma experiencia, y que intentan ayudar aprovechándola y estableciendo conexiones entre las distintas agrupaciones locales de apoyo que están diseminadas por gran parte del territorio británico. Esta red de solidaridad se coordina totalmente en remoto, utilizando tecnologías muy sencillas como las aplicaciones de mensajería para avisar y movilizar a los asociados más cercanos a la zona geográfica desde donde se recibe la alerta.

Exit lo integran antiguos militantes de colectivos de ultraderecha que un día decidieron abandonar el fanatismo y la violencia, quien acude a ellos, encuentra una amplia red compuesta íntegramente por personas que han pasado por la misma experiencia

El primer paso es el más difícil

“Algunas de las personas que han acabado contactándonos estuvieron guardando el número de teléfono durante varios meses antes de decidirse a dar el paso inicial”, explica un integrante de Exit Reino Unido, que prefiere que no se publique su nombre. Reconoce que el mayor temor de quienes acuden a ellos en busca de ayuda es la confidencialidad, por eso desde el primer momento la organización se empeña en remarcar este aspecto: “No somos la policía y no estamos aquí para juzgarte. No corres ningún riesgo al contactarnos y todo lo que digas quedará entre nosotros”, proclaman. También dan la facilidad de ocultar la identidad, y se comprometen a que el usuario reciba una respuesta en las 24 horas posteriores a la toma de contacto, que puede ser telefónica, por correo electrónico, rellenando un formulario disponible en la web, o a través de Facebook.

El funcionamiento es bastante sencillo. El interesado contacta por cualquiera de esas vías y automáticamente recibe una respuesta programada que le agradece su valentía, le dedica palabras de ánimo y le informa de que en las próximas horas alguien del equipo se comunicará con él. El siguiente paso prioriza el encuentro cara a cara, aunque existe la posibilidad de hablar por videollamada. Eso sí, siempre se anteponen las preferencias del usuario, que se sienta lo más cómodo posible. A partir de los encuentros y las charlas, los colaboradores de Exit se hacen una idea más exacta de cómo pueden ayudar y trazan un plan a medio o largo plazo que va desde el apoyo emocional hasta la cooperación para encontrar trabajo, una nueva casa, o para restituir las relaciones rotas con familiares o amigos.

En España, muchos medios de comunicación le entregan constantemente el altavoz a la ultraderecha para que difunda su discurso, imponga su agenda y fije sus marcos

“No somos Antifa”

Exit se esfuerza muchísimo en dejar totalmente claro y explicar con detalle, en todas sus plataformas y vías de contacto, quiénes son y qué hacen. Saben que las personas que se acercan a ellos suelen responder a un perfil bastante concreto, principalmente hombres y jóvenes de áreas económicamente deprimidas, muchas veces con intrahistorias de violencia familiar o de acoso escolar, que en algún momento empezaron a verse seducidos por los discursos simplistas de exaltación del patriotismo y las proclamas antiinmigración y antiglobalización que difunde la extrema derecha. Por eso remarcan constantemente que no están “alineados con ningún movimiento político”, y aclaran su punto de vista: “Creemos que ser patriota es algo bueno y, aunque entendemos tus ideas, la violencia nunca resuelve nada […] Además, ser miembro de ciertos grupos como National Action, Scottish Dawn, o NS131 [los principales colectivos fascistas de Reino Unido] es un acto criminal que podría conducirte a una sentencia de cárcel”.

“No somos Antifa” es otra de las cosas que recalcan. Ellos mismos han sufrido el deterioro que ha provocado en sus vidas la pertenencia a grupos de ultraderecha, pero una cosa es abandonar ese círculo de violencia, aislamiento y rabia, y otra muy distinta dejar de tener ideas conservadoras de la noche a la mañana. “Estamos en contra del racismo, el odio y la división, pero creemos que la única forma de avanzar es sentarse y hablar con la gente sin juzgar”, declaran desde el organismo. “Hemos comprobado una y otra vez que esto funciona, y que incluso el activista de extrema derecha más entusiasta puede convertirse en alguien dedicado a su familia y a su entorno”.

“Algunas de las personas que han acabado contactándonos estuvieron guardando el número de teléfono durante varios meses antes de decidirse a dar el paso inicial”, explica un integrante de Exit Reino Unido

Acerca de su financiación y su supervivencia económica, Exit es “una empresa de interés comunitario, sin embargo hace poco hemos solicitado el estatus de organización benéfica, aunque la resolución de los trámites puede llegar a alargarse”. Comentan que reciben donaciones privadas, y que alguna vez se han beneficiado de subvenciones del Gobierno británico. “La Oficina del Alcalde para la Policía y el Crimen (MOPAC) [algo así como la concejalía de Seguridad] ha financiado hasta dos proyectos en los que hemos impartido formación sobre cómo se puede ayudar a personas con pocos recursos económicos a abandonar clanes de ultraderecha”. Admiten que desde hace un tiempo la financiación pública ha decaído, pero de momento, y mientras continúan solicitando fondos estatales, reciben respaldo económico de Small Steps Consultants Ltd, un organismo similar, que imparte talleres y ejerce pedagogía para concienciar sobre la amenaza de la extrema derecha en la sociedad civil.

El Exit germano, además de las reuniones, las charlas y el apoyo psicológico, llega a ofrecer protección policial para casos en los que el sujeto está amenazado por su antiguo clan. También dispone de un boletín informativo, un podcast y un dossier para los medios de comunicación donde dan recomendaciones para informar sobre violencia y extremismo, para que no se incurra en lo que a menudo buscan los colectivos ultras: que los medios les difundan gratis la propaganda.

“No somos Antifa” es otra de las cosas que recalcan. Ellos mismos han sufrido el deterioro que ha provocado en sus vidas la pertenencia a grupos de ultraderecha, pero una cosa es abandonar ese círculo de violencia, aislamiento y rabia, y otra muy distinta dejar de tener ideas conservadoras de la noche a la mañana 

https://www.elsaltodiario.com/fascismo/exit-organizacion-que-ayuda-abandonar-ultraderecha 

sábado, 11 de septiembre de 2021

EL PLANETA DE LOS HUMANOS


 

Planet of the Humans, que hace una crítica a los ambientalistas tomando puntos que van desde los movimientos sesgados por intereses corporativos, una crítica al rol de los humanos, entre otros.

Gobierno Vasco, Ertzaintza y Ayuntamiento de Bilbao contratan a la empresa de un exagente de la inteligencia israelí


Las instituciones vascas, entre ellas muchos municipios, han gastado más de un millón y medio de euros en contratar a Guardian Defense & Homeland Securities y a sus distribuidoras externalizando funciones de seguridad pública. La empresa está dirigida por Ilan Arzoolan, exagente del Mossad, el Servicio de Inteligencia de Israel. 
 

ZEITGEIST 11-S


 

jueves, 9 de septiembre de 2021

Unai Romano: Testimonio de la tortura, 20 años de vergüenza.

UNAI ROMANO: TESTIMONIO DE LA TORTURA, 20 AÑOS DE VERGÜENZA

Estrasburgo ha condenado a España varias veces por no investigar torturas y en siete ocasiones el juez instructor era el actual Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

«A las 4.00 del día 6 de setiembre de 2001, estoy durmiendo y me despiertan unos ruidos. Salgo al pasillo y veo unos guardias civiles discutiendo con mis padres. Me acerco y me preguntan si soy Unai Romano, a lo que contesto que sí. Me dicen que estoy acusado de «colaboración con banda armada», y en ese momento empiezan a subir por las escaleras guardias civiles vestidos de paisano y la secretaria del Juzgado. Me ponen las esposas y me dicen que van a registrar el piso». Así inició su testimonio Unai Romano años después de la imagen que, ya madura la democracia, puso en tela de juicio la buena práctica judicial y policial.

Unai Romano es vitoriano que sufrió torturas por parte de la Guardia Civil en 2001. La imagen de su cara destrozada heló a quienes no le creyeron antes. Acusado de presunta colaboración con ETA, anunció en 2006 que recurrirá el archivo de su denuncia ante el Tribunal Constitucional (TC). Romano aseguró, entonces, que «si fuera necesario» llegaría hasta el tribunal europeo de Derechos Humanos. 20 años después, es el caso: Estrasburgo lo está investigando. Cabe recordar que el Estado español ha sido condenado hasta varias ocasiones por este tribunal. El 9 de marzo, la condena del TEDHse dio por no llevar a cabo una “investigación profunda y eficaz” de la violencia policial que sufrió en 2012 una manifestante durante una de las concentraciones de Rodea el Congreso. En otra ocasión, la última, Estrasburgo condenaba a España por violar la libertad de expresión del dirigente abertzale Tasio Erkizia.

Cuando los cuerpos policiales llegaron a la casa de Unai Romano todo se precipitó. Así lo cuenta: «Empezamos por mi cuarto. Miran papel por papel, libro por libro. El registro de mi cuarto es eterno. Lo que les interesa lo van dejando encima de la mesa. Luego se levanta acta de todas las cosas que se llevan de mi cuarto y pasamos al siguiente. Cuando estamos entrando no se fían y se cubren conmigo, mientras tienen la mano en la pistolera. Cuando bajamos a casa, me permiten que me duche, me vista y me despida de mis familiares pero sin abrir la boca, como ha sucedido en todo el registro. Me bajan al soportal y, al final, me tapan y me llevan dos de ellos. El coche me lleva a un sitio que desconozco. Todo el trayecto lo he hecho en silencio y con la cabeza entre las piernas. Nada más bajarme del coche hay unas escaleras, no me avisan y me caigo de rodillas«.

«Me meten a un calabozo con pasamontañas y me ponen contra la pared», sigue Romano. «Tengo problemas para respirar y el guardia civil que me cuida dice que no tengo derecho a respirar. Me meten en una furgoneta, al rato, y sin esposar me llevan a Madrid»

«TENGO PROBLEMAS PARA RESPIRAR Y EL GUARDIA CIVIL QUE ME CUIDA DICE QUE NO TENGO DERECHO A RESPIRAR«

Unai Romano contaba así cómo vivió las torturas

«Me llevan a una comisaría, me cachean y me dan cuatro consejos muy importantes allí: obedecerles, tener los ojos cerrados, no mirarles a ellos a la cara y, si me cruzo con algún otro detenido, no mirarle. Me meten en un calabozo y me obligan a permanecer de pie», explicaba Romano. Empiezan los interrogatorios. Me piden que colabore continuamente, mientras me golpean en la cabeza con unos palos forrados en espuma o cinta aislante. Que si conozco a fulano, que si conozco a mengano, que si puse un coche bomba, que si disparé a alguien«.

Marlaska, ahora ministro

Estrasburgo ha condenado a España varias veces por no investigar torturas y en siete ocasiones el juez instructor era el actual Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Estrasburgo consideró por unanimidad que se violó el art. 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos que prohíbe la tortura. Según los hechos relatados, recogidos en el informe “Tortura en el País Vasco” del Grupo Contra la Tortura (Torturaren Aurkako Taldea), habrían estado supuestamente implicados directamente o en la ocultación de lo sucedido miembros de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, forenses, funcionarios de prisiones y jueces.

«Al instante de negarlo, me golpean tres o cuatro veces con los palos forrados. Luego me preguntan de nuevo. Cuando estoy grogui paran y me preguntan sobre la cuadrilla, sobre los familiares», recoge el testimonio de Romano Igor Goikolea. «Cada vez los interrogatorios son más duros y me llegan a colocar hasta tres pasamontañas. Yo creo que es para amortiguar los golpes, pero la sensación de agobio es terrible, y no paro de sudar la gota gorda. Otra cosa que me hacen es la bolsa», añade el torturado tras explicar que pudieron darle agua con drogas.

«Me colocan una bolsa en la cabeza y la cierran aguantándola, y así hasta que me tambaleo. Me lo hacen hasta unas ocho veces en total. Luego lo mismo; cuando estoy atontado, preguntas sobre mi forma de vivir, de dónde andaba y con quién, más agua y vuelta a empezar. También me obligan a realizar flexiones. Estoy de pie y me hacen ponerme en cuclillas ­a esto le llaman «el ascensor»­. Me tienen mucho tiempo haciendo esto y acabo totalmente empapado en sudor. Durante los interrogatorios oigo gritos de dolor de gente«.

«En una de éstas, cuando me sacan de un interrogatorio y me tienen en el calabozo de pie, entra uno de ellos y solamente me coloca el antifaz (…) y me lleva a una habitación donde está una mujer. Se identifica como médico forense y me enseña su carné (…) Me pregunta por mi estado de salud en general, y le digo que estoy reventado físicamente y lo de los golpes en la cabeza. Me pregunta por las operaciones que había tenido y le comento lo de mi arritmia asintomática. Me interrumpe uno de ellos gritándome como un loco que ya sabía lo que le había dicho. Al instante, me golpea unas veinte veces seguidas con aquellos palos, creo. Empiezan los interrogatorios. Estos son mucho más salvajes que los anteriores«.

«El lasa ese»

«Me dejan descansar y me dicen que soy el único «hijo de puta» que no ha hablado y que como no les diga nada, voy a salir como «el Lasa ése»». Lasa y Zabala fueron dos jóvenes secuestrados, torturados y asesinados por los GAL.

«Me ponen los electrodos con una porra eléctrica en los genitales, en el pene, en la parte superior de la oreja, y detrás de las orejas», añade Romano. Le han amenazado con matar a su madre, le han vuelto a poner la bolsa y le van a trasladar al hospital. Del hospital a la Audiencia Nacional. Nadie cree a Romano.

El testimonio detallado es escalofriante. «El actual Ministro de Interior y ex-juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska no dio veracidad a este relato ni las propias fotos que demuestras las brutales torturas recibidas por el gasteiztarra. Es más, las obvió cuando era juez», recoge Igor Goikolea

Romano se convirtió en imagen para la denuncia de las torturas. Lo único que diferencia su caso de los cientos que han ocurrido en Euskadi, Navarra y el País Vasco francés es que en este caso existe la imagen.

Euskal Herria y la tortura

En el año 2017 otro estudio, realizado por el Gobierno vasco y el Instituto Vasco de Criminología, certificaba la existencia de más de 4.100 denuncias de torturas en Euskadi entre 1960 y 2014. La excusa era ETA.

Más del 70% de los casos analizados en la investigación se habrían producido ya en democracia. La Policía Nacional estaría implicada en 1.792, la Guardia Civil en 1.985 casos y la Ertzaintza en otros 336.

Según esta investigación, los métodos de tortura fueron evolucionando a partir de comienzos de los años 90, y abarcarían desde el daño físico con técnicas como la “bañera”, la aplicación de electricidad o palizas, hasta otro tipo de malos tratos «más difíciles de detectar en exámenes forenses» como «maniobras de asfixia como la bolsa, posturas forzadas o ejercicios extenuantes, amenazas y humillaciones, desnudo forzados y vejaciones sexuales».

https://lamordaza.com/actualidad/unai-romano-testimonio-de-la-tortura-20-anos-de-verguenza

Lock Up (1990) Tom Morello before Rage Against the Machine [LIVE-TV]

El Gobierno devolverá a las eléctricas más de 1.624 millones


Como señalan todas las fuentes, este importe es el mínimo estimado, que ya de por sí supera en mucho las previsiones iniciales que apuntaban en los casos más optimistas una devolución de 500 millones.

Los peores pronósticos se cumplen, e incluso podrían ir a peor en las próximas fechas. El ejecutivo valora en más de 1.624 millones de euros el importe que tendrá que devolver a las eléctricas para cumplir con la sentencia del Supremo.

Dicha sentencia tiraba abajo el canon hidroeléctrico que puso en marcha el Partido Popular y que gravaba a las empresas eléctricas por el uso del agua comunal (un bien público) para la producción de energía.

Como señalan todas las fuentes, este importe es el mínimo estimado, que ya de por sí supera en mucho las previsiones iniciales que apuntaban en los casos más optimistas una devolución de 500 millones. Pero a este más de medio millón de euros habrá que sumar los costes del proceso judicial, los intereses y lo que las eléctricas ya pagaron durante este 2021.

De hecho, en cuanto a lo recaudado por el Estado este año, se espera un montante a devolver especialmente alto, teniendo en cuenta los precios récords de la electricidad que, especialmente en los meses de agosto y este inicio de septiembre, han ido batiendo récords diarios.

Estamos ante otra factura que pagaremos todos, dinero que irá a parar directamente a los bolsillos de los consejos directivos de las grandes multinacionales eléctricas.

Se conoce la noticia cuando aún colean los casos de vaciado de pantanos, como el de Valdecañas, gestionado por Iberdrola. La cota del pantano bajó el pasado agosto a su mínimo histórico provocando desabastecimiento para el consumo humano y la agricultura. Algo que PSOE y Unidas Podemos dijeron que iban a investigar. ¿Novedades? Ninguna…

Y es que todo el uso abusivo de las eléctricas de esta fuente de energía natural y propiedad de todos ha llegado a cotas escandalosas. De hecho, centrándonos solo en 2021, la energía hidroeléctrica ha fijado los precios de la luz el 75% de las horas más caras del año.

Esta nueva “factura” que tendrá que salir de las arcas públicas, ha vuelto a generar cruces de declaraciones entre PSOE y Unidas Podemos si bien en la práctica no suponen ninguna alteración.

Rechazada cualquier medida de calado contra las eléctricas y en pro de dar solución al encarecimiento de la factura de la luz, ahora se discute una modificación de concesiones. Pero si uno realiza una búsqueda rápida, verá que las concesiones que vencen más pronto, son en 2031. Y de hecho en singular, porque tan solo es la del Ebro. Para el resto nos vamos en torno al 2038, 2040 e incluso en el 2066, como es el caso de la del País Vasco Interna. Sin duda no podríamos catalogar la política del gobierno “progresista” como de una medida de “emergencia”.

Lo sustancial es que ante este ataque a mano armada de las grandes multinacionales, que empobrece aún más a las familias de trabajadores y trabajadores, ninguno de las dos formaciones del Ejecutivo piensa hacer nada de calado, es decir, tocar los intereses de las multinacionales. No vaya a ser que la puerta giratoria se atasque.

Estas facturas están llegando en verano, pero el drama energético que pueden vivir cientos de miles de familias una vez llegue el invierno puede ser enorme, empeorando incluso lo que hemos visto ya otros años.

Es por ello, que tal y como escribimos en este mismo diario ayer, “debemos formar un frente de lucha lo más amplio posible en contra de las empresas energéticas capitalistas y el Gobierno que las sustenta, exigiendo a los grandes sindicatos que se pongan a la cabeza de esa lucha y que si no lo hacen queden retratados como lo que son.

Porque no queremos migajas, ni una rebaja en la factura eléctrica ni volver a la situación de 2005, en plena burbuja capitalista. Queremos la expropiación sin indemnización de las empresas eléctricas y su nacionalización bajo una gestión realmente democrática ejercida por las y los trabajadores y usuarios. Para que así estas empresas dejen de tener como objetivo principal la acumulación de riqueza en manos de unos pocos y realicen una función social, suministrando energía en función de las necesidades de cada uno. No se puede seguir consintiendo que cuatro capitalistas sin escrúpulos sigan especulando y forrándose con bienes tan básicos como la energía a costa del perjuicio de la clase obrera. Nosotrxs decimos BASTA.”

 

Fuente: Izquierda Diario

Arrotxapeako Gaztetxea desalojatu dute

Vai-Te Foder ‎- Poço

Melt Banana - Charlie (full album)

IGORRR - VERY NOISE

MOOM - "Piguey Dkirot"

    

 https://moom.bandcamp.com/

miércoles, 1 de septiembre de 2021

St. Vincent live @ Outside Lands 2015 Full Concert HD

Kinky Wizzards Live at Ratio Studios

Sisters with Transistors (2020)


 

Aunque la música electrónica siempre se ha percibido como algo de «hombres», desde los principios del género la mujer ha sido una parte fundamental a la hora de diseñar nuevos dispositivos, técnicas y estilos que han definido su sonido en la actualidad. Este documental relata su historia a través de varias visionarias cuyos experimentos radicales con máquinas redefinieron los límites de la música: Clara Rockmore, Daphne Oram, Bebe Barron, Delia Derbyshire, Maryanne Amacher, Pauline Oliveros, Wendy Carlos, Eliane Radigue, Suzanne Ciani y Laurie Spiegel.