martes, 11 de octubre de 2011

Acojonante articulo de super-investigacion de un intrepido periodista del ABC

¿Euskal konpetentzia a los bazares chinos,o ke?
¿Los Herri bazares tambien tienen "todo a un eusko"?
Y las "Riko tabernas"... ¿son para la gente de pasta o es que dan muy bien de comer?
Que te den 2 Pullitzer y el rabo ¡Campeon!
Todavia se coje la baja por "Sindrome del norte"....
Y es que tambien vio sobrevolando el Ayunta de Donosti  unos "Herri-copteros" en el cielo, con forma de Arrano.
Trepidante periodismo de investigacion...

http://borrokagaraia.wordpress.com/2011/10/11/los-santuarios-del-terror-de-los-hijos-de-la-ira/

«Herri bazares» para enaltecer a ETA

Las «herriko tabernas» palían su crisis con «merchandising» proetarra tras el fin del «impuesto revolucionario»

Día 05/10/2011
«Herri bazares» para enaltecer a ETA

Todos los «ongi etorris» (actos de bienvenida) tributados este año a los miembros de ETA que abandonan la cárcel han sido gestados desde las «herrriko tabernas». Pese a que la mayoría de estos antros fueron clausurados por orden judicial, ahora han recobrado toda su actividad como fuentes de financiación, «santuarios del terror», lugares de reuniones secretas o centros de adoctrinamiento destinados a garantizar el relevo generacional de los «hijos de la ira».

En torno a las «riko kabernas» —en el argot policial— se ha creado una próspera economía sumergida que reporta a los grupos ilegales de la «izquierda abertzale» cuantiosos beneficios. En el local «Herria», ubicado en el número 14 de la calle Juan de Bilbao, en el corazón de la parte vieja donostiarra, no se aprecian los presuntos cambios de esa «izquierda abertzale» que dice apostar por las vías exclusivamente políticas. En su puerta ondean la ikurriña y una bandera con el «arrano beltza» (águila negra) sobre un fondo amarillo. Es el símbolo que desde hace años exhibe la «izquierda abertzale» para marcar «territorio txeroki». En su interior no hay rastros de Bildu ni de Sortu. Tampoco de Amaiur. Entre sus cuatro paredes habita la Batasuna de siempre, desnuda, sin disfraces ni caretas. Permanece acuartelada la ETA que se niega a desaparecer y amenaza con volver. Por ello, lo primero que se observa al enfilar la barra del bar son las amplias fotografías en color de quince presos de la banda, alineados con el sector «más duro entre los duros». De una lista anterior ha caído, por ejemplo, el «arrepentido» Valentín Lasarte, que hasta no hace mucho era un clásico de este antro. En lugar privilegiado cuelgan también las imágenes de los pistoleros Olaia, muerta en un apartamento de Torrevieja al estallarle el artefacto que manipulaba, y Anartz, que mantiene ese lugar de «honor» pese a que abandonó a su novia cuando aún agonizaba.

Y, tras la barra, a plena vista de los clientes, se exhiben los «souvenirs»: camisetas de variados colores, 30 euros; pañuelos con la palabra «Etxerat» o «amnistía», 3 euros; DVD que difunden la «memoria histórica» de ETA-Batasuna, 5 euros; mecheros con diferentes incripciones —«independentzia», «amnistía», «jotake»...—, 3 euros; banderines con el «arrano beltza» (águila negra), 4 euros; fundas para teléfonos móviles, 6 euros.
La imagen se repite en la «herriko» «Marruma», situada en la calle Nueva, del donostiarra barrio de Gros. —¿Cuánto valen esos chubasqueros azules?
—45 euros, responde el camarero. Llevan a la vista la inscripción «amnistía» y en el interior el anagrama que simboliza el traslado de los presos a «EuskalHerrria».
—¿Y esas sudaderas?
—35 euros —contesta ya desconfiado. Son prendas de color gris oscuro, con capucha incorporada y el lema «borroka». Hay incluso ambientadores, a dos euros —¿tendrán olor a pólvora, a cloratita, quizá a pentrita...?—. Y, junto a estos, se venden boletos para rifas, algunas destinadas a clientes fijos. Se sortea hasta un vehículo. ¿Quién suministra semejante premio? Cuando se adquiere alguno de estos productos, no hay recibo que lo justifique. ¿Quién controla la caja? Se acumulan los interrogantes.

El «herri almacén»

Frente a la «Herria» se sitúa el local en el que los proetarras almacenan el abundante material destinado a esta y otras «herriko tabernas». Hace unos años acogía la «Arrano», hasta que fue clausurada por Garzón. Ahora es una «nave» presuntamente «clandestina» e «ilegal», pero a pleno rendimiento, como la Batasuna de Otegi y Rufino. ¿Quiénes son los proveedores que suministran a precio de ganga tamaño surtido para que los «herri taberneros» obtengan un amplio margen de beneficios?, y ¿por qué lo hacen? ¿Acaso se trata de un «impuesto revolucionario» encubierto? Las sospechas están más que justificadas. Se ha dado el caso de alguna firma comercial que ha vendido a las «riko tabernas», por ejemplo, cinco cajas de botellas de determinada bebida, y les ha regalado otras cinco.
Las consumiciones tienen precios algo más económicos que los de los bares prestigiosos de la parte vieja donostiarra, pero la calidad es infinitamente inferior. Por un microbocadillo de salchicha fría y un vaso de tinto rancio se abona algo más de 3 euros.
Sobre la barra de «Herria» y «Marruma», como ocurre en el resto de «herriko kabernas», hay huchas ancladas con cadenas a los grifos que surten las cañas de cerveza. Son de distinto color, según el destino de las donaciones: «presos», campañas para exigir «amnistía», eventos relacionados con la «autodeterminación» o promoción del «euskera» como lengua exclusiva. En ambos locales hay sendas habitaciones cerradas a cal y canto, que acogen reuniones secretas de las ilegales Batasuna, Segi, Askatasuna.... El habitáculo de la «Herria» se encuentra frente a la barra, camuflado tras una pared que lleva pintada la palabra «independentzia» sobre un fondo con los colores del arco iris. El «zulo» que oculta «Marruma» está al fondo. Las puertas no se abren cuando en el local hay clientes. Los camareros de la «Herria», como los del resto de «herriko kabernas», son militantes de la máxima confianza, porque, en labores de «correos», son depositarios de sobres, cartas, recados que han de trasladar a terceros. Cambian continuamente, de tal forma que borran pistas y los gerentes del local evitan hacerles contrato laboral. Son, además, extremadamente desconfiados. En las «herrikos», los aproximadamente 30.000 «batasunkides» pagan religiosamente sus cuotas mensuales, que están en torno a los 6 euros.

http://www.abc.es/20111005/espana/abcp-herri-bazares-para-enaltecer-20111005.html

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