La Conferencia Episcopal Española (CEE)
rechaza la creación de una renta mínima estable y duradera para la parte
más vulnerable de la población española. Luis Argüello, secretario
general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, en una
entrevista telemática que tuvo lugar este lunes se ha mostrado
partidario de la medida que está preparando el Gobierno de una necesidad
frente a la crisis del coronavirus pero «no de forma permanente» pues
considera que esta renta podría retirar del horizonte de las personas
pensar en realizar un trabajo y provocar que «grupos amplios de
ciudadanos» acabasen viviendo «de manera subsidiada».
«La
necesidad perentoria de una renta básica en este momento no debería ser
una coartada para una especie de subsidio permanente que retirase del
horizonte de las personas –antes hablaba de los jóvenes– el poder
ejercer un trabajo, el desarrollar tus capacidades, el poner en juego lo
que el trabajo significa de relación con otros, que hiciera desaparecer
esto del horizonte de porcentajes grandes de la población», ha
subrayado Argüello.
Dirigiéndose a
los jóvenes considera que «es bueno que oigan una llamada al sacrificio,
a la entrega, al trabajo, a no rebajar sus esfuerzos» ya que según el
portavoz de los obispos los «niveles de vida ganados por sus abuelos o
sus padres difícilmente van a poder sostenerse».
También
ha lamentado que cuando en las residencias de mayores, algunas
gestionadas por la Iglesia, ha llegado el covid-19 se les haya exigido
dar un tratamiento como si fueran hospitales, muriendo así residentes en
soledad sin ni siquiera un tratamiento paliativo y además ha criticado
el triaje de personas mayores en las UCI ante la falta de respiradores
porque «es éticamente inaceptable que esa decisión se tome por mirar el
DNI sin más».
La Conferencia
Episcopal Española considera que ha habido «cierta descoordinación» y
«dificultades para estar a la altura» en la gestión de la crisis del
coronavirus COVID-19 y pide a los grupos políticos que «sacrifiquen sus
intereses ideológicos» en estos momentos para «recrear» el «espíritu de
la Transición» y sacar juntos adelante «un proyecto por el bien común»,
en medio de la pandemia.
«Primero,
quiero hacer un ejercicio de comprensión de una situación que desborda,
luego evidentemente parece que en la situación española, por los datos
que estamos viendo, por el número terrible de fallecidos, por las
dificultades de los sanitarios, nos hablan cuando menos decierta
descoordinación o de dificultades para estar a la altura en este momento
de gestión; y también creo que, a la hora del diálogo entre los grupos
parlamentarios está predominando el esquema de poner por delante la
ideología sobre la realidad, de ganar espacios, la parte de la defensa
del interés del partido sobre el todo», ha señalado el portavoz de la
CEE.
El obispo
auxiliar de Valladolid ha reconocido que cuando llegaron las primeras
noticias procedentes de China sobre los casos de coronavirus «todos como
sociedad» las tomaron «muy a beneficio de inventario» e incluso los
propios obispos celebraron su Asamblea Plenaria en Madrid una semana
antes de que se decretara el Estado de Alarma. Si bien, ha precisado
que «no tiene la misma responsabilidad cualquier ciudadano que los
políticos, con la información que reciben, sobre todo los que están en
la gestión pública de cada momento».
Misas con mascarilla
Por
otra parte, la Conferencia Episcopal Española (CEE) quiere reunirse con
el Gobierno para plantear la reanudación de la celebración de las misas
con público durante la fase de desescalada y tomando las medidas
recomendadas como clausurar las pilas de agua bendita, que los
participantes en la misa se laven las manos a la entrada, mantener una
distancia mínima entre los fieles, hacer uso de mascarillas o encontrar
una manera de distribuir la comunión que asegure que ni el ministro de
culto ni quien la recibe pueda ser cauce de contagio.
Argüello
ha anunciado que la Comisión Ejecutiva de la CEE ha propuesto a todos
los obispos y sacerdotes españoles donar parte de su sueldo para los
afectados por la crisis provocada por el coronavirus covid-19. Se
trataría de algo voluntario y no han marcado una cantidad concreta y
recordaba que al estar los templos cerrados llevan más de un mes sin las
colectas habituales por lo que los ingresos de las parroquias han
bajado.
La CEE también pide al
Gobierno que se tenga en cuenta a las religiosas contemplativas que
cotizan cada mes por el régimen de autónomos y han tenido conversaciones
con entidades bancarias para conseguir moratorias en la devolución de
los préstamos que tenían concedidos estos monasterios.
Finalmente
ha recordado a los fieles que pueden hacer donaciones a sus parroquias y
a los contribuyentes que pueden marcar la casilla de la Iglesia y la de
Fines Sociales.
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