Según informaciones de prensa, el Gobierno dará entrada al capital
privado (empresas de trabajo temporal) para la gestión de control en
formación y reciclaje de las personas paradas que soliciten los 400
euros. Esta será incompatible con cualquier otra ayuda.
Siempre se supo que la prórroga de
la ayuda de los 400 euros para los parados traería sorpresas
desagradables del "estilo Rajoy" que tanto complace a Bruselas.
No solo porque algo insinuó el
presidente en sus declaraciones, sino porque todo plan y medida tiene
como premisa seguir a rajatabla los ejes dictados por la banca de la UE.
Esta vez es El Confidencial que adelanta esta información:
La ayuda de los 400 euros para los parados que han agotado la prestación ordinaria por desempleo se mantendrá exclusivamente para quien no tenga otro medio de subsistencia (incluidas ayudas de autonomías y ayuntamientos), estará sometida a la formación del beneficiario (con entrada de las empresas de trabajo temporal, no sólo el INEM)
y su coste para las arcas del Estado no puede volver a dispararse a los
500 millones de euros de la última prórroga para colocar apenas a unos
pocos centenares de desempleados. Esas son las premisas con las que
trabaja el Ministerio de Empleo para presentar su proyecto de reforma al
próximo Consejo de Ministros (el 24 de este mes), según fuentes
gubernamentales consultadas por El Confidencial.
De entrada, el plan del Ejecutivo es limitar a las familias necesitadas (no a los parados individuales como hasta ahora) la ayuda en cuestión. El Ministerio de Empleo asegura que 70.908 de los 211.000 beneficiarios son jóvenes,
algunos incluso menores, que no están emancipados y pueden estar
sostenidos por sus familias. Exigir pruebas a cada perceptor de que
depende para su subsistencia de esos 400 euros rebajaría la cifra de
beneficiarios.
Empleo trabaja con la posibilidad de hacer incompatible el cobro de los 400 euros con la percepción de las llamadas rentas básicas de inserción y
demás subvenciones que otorgan Comunidades Autónomas y ayuntamientos
entre los ciudadanos más necesitados. Ahora se pueden acumular los dos
tipos de ayuda siempre que no superen juntas el 75% del salario mínimo,
los 641,40 euros.
Pero la medida más novedosa y rompedora
que maneja el Gobierno para ahorrar en la factura de esa ayuda es dar
entrada al capital privado (empresas de trabajo temporal) en el control
de la formación y reciclaje de los parados que soliciten los 400 euros.
Para su percepción no bastaría con un mero trámite burocrático en el
INEM y algún tipo de clases de orientación laboral a cargo de los
sindicatos. Según fuentes del PP, el 90% de las ‘acciones’ del Plan
Prepara para sus beneficiarios han consistido en charlas colectivas.
Los planes de reforma de la ayuda,
bautizada como Prepara por el Gobierno de Zapatero que lo puso en
marcha, no son de este mes ni la respuesta de última hora a las
presiones de la oposición socialista ni de los sindicatos, insisten en
el Gobierno para explicar que se enmarcan en el proyecto del Ministerio
de Empleo de complementar la reforma laboral con medidas para combatir el fraude y, al tiempo, agilizar la contratación de parados.
El Gobierno no puede ni quiere añadir la
subvención de los 400 euros durante seis meses a los parados que
terminan el periodo ordinario de 24 meses de percepción del desempleo,
que es en lo que se ha convertido el ‘Prepara’. Es una medida, se
justifican, que sólo ha servido para colocar a un 6% de los 211.000 parados que lo han cobrado,
que ha costado 500 millones de euros añadidos a la factura general del
desempleo disparada y en plena lucha contra el déficit público. Pero,
sobre todo, que choca frontalmente contra las recomendaciones o
presiones de la Unión Europea y del FMI para acortar el periodo de
percepción del paro en España. Zapatero se negó en mayo de 2010 a dejarlo en 18 meses y Rajoy se ha resistido hasta ahora a meter la tijera en ese capítulo.
El Ejecutivo trabajaba desde junio en
una reforma drástica de la ayuda para aprobarla en septiembre. Los
distintos portavoces del Partido Popular han ido intentando preparar a
la opinión pública para unos cambios que no iban a gustar nada a los
grupos de la oposición y menos aún a los sindicatos. María Dolores de Cospedal y Carlos Floriano
se han encargado de airear primero los datos del fracaso que ha
supuesto el ‘Prepara’. Estos días comienzan a tantear diciendo que sólo lo podrán percibir quienes “realmente lo necesitan” y el próximo viernes el Consejo de Ministros concretará los nuevos y estrictos requisitos para percibir los 400 euros.
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