2001.Fiestas de Ondarroa.Ibon, haciendo goming y reivindicando la vuelta a casa de l@s pres@s.
El 18 de julio Ibon Iparragirre Burgoa, fue agredido por el jefe de servicios de la prisión de Alcala-Meco, el cual le dió cinco tortazos en la cara, entre insultos tales como “hijo de puta”, “cabrón”, “maricón” y amenazas de atarle en la celda de castigo y no soltarle aunque se cagara y se meara encima.
Ibon ha recibido ya varios partes durante los últimos meses, la mayoría de ellos por provocaciones cuando no invenciones de los propios funcionarios, y algunos derivados de su propia enfermedad neurológica que hace que no pueda tener la celda ordenada tal y como exigen las normas penitenciarias, pues entre otros síntomas, prácticamente no ve.
Como consecuencia de estos partes deberían meterlo en el módulo de aislamiento, pero no lo hacen, debido, entre otras cosas, a que lo prohíbe la propia legislación penitenciaria, y sobre todo, porque eso le permitiría estar con el resto de presos políticos vascos que permanecen o transitan por ese módulo. Recordemos que durante los últimos 20 meses Ibon permanece en un módulo normal, rodeado de presos sociales, pero totalmente aislado del resto de los presos políticos.
El lunes pasado, 18 de julio, el jefe de servicios de la cárcel de Alcala-Meco se dirigió a Ibon y le ordenó que se metiera en una garita, a lo cual Ibon se negó – ya que anteriormente ha sido agredido por los funcionarios dentro de ese compartimento-. Por lo visto, el propósito era comunicarle la resolución de otro parte, pero esta vez además de leérselo (Ibon no puede leer) lo trasladaron al módulo 7 (de aislamiento) con el jefe de servicios al frente y rodeado de otros cuatro funcionarios, y fué allí, delante de los presos de dicho módulo donde fue insultado, amenazado, agredido y encerrado en una celda para, al breve rato, ser nuevamente reconducido al módulo 5, que es donde se encontraba.
Ibon llamó el mismo día para informar de lo sucedido, y aunque manifestó que se encontraba bien, insistió en que difundiéramos la agresión sufrida.
La plataforma Iparra Galdu Baik quiere recordar que Ibon ha sido agredido físicamente cinco veces en los últimos 30 meses, y que ha pasado más de un año desde que le hicieron la última resonancia magnética, a pesar de que el plazo regular es cada seis meses. En consecuencia, ahora mismo no se puede saber cual es la evolución que ha sufrido la “encefalopatía multifocal progresiva” que -entre otras cosas- tiene diagnosticada. Además, esta última agresión nos alerta sobre la gravedad de su situación, y ante ello, reafirmamos nuestra petición de que regrese a casa cuanto antes, donde pueda recibir la atención, seguimiento y tratamiento médicos que precisa.
En Ondarroa, el 20 de julio del 2016.
Plataforma Popular IPARRA GALDU BAIK.
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