Mientras el Ayuntamiento se desentiende, el vecindario del barrio bilbaíno de Errekalde se manifiestó ayer en apoyo al histórico ’gaztetxe’ (casa de la juventud) Kukutza. Centros sociales y movimientos de toda Europa están llamados a rechazar los planes de la constructora propietaria del inmueble, que pretende levantar pisos.
El Centro Social Kukutza se enfrenta al desalojo, tras trece años recogiendo y condensando la energía popular que ha convertido una fábrica abandonada en un referente para el vecindario de Errekalde, en la ciudad de Bilbo.
Las movilizaciones de los meses previos han culminado en la Manifestación Internacional convocada para el sábado 16 de julio. Ante una llamada que está encontrando eco desde universidades norteamericanas a centros sociales de toda Europa, y que es escuchada por colectivos y personalidades de los más variados campos en Euskal Herria, ha respondido el alcalde Iñaki Azcuna (PNV) con sorna: “esos señores que autogestionen sus problemas”.
Pero es más bien él quien queda solo junto a Cabisa, empresa constructora propietaria del edificio, la cual vió llegada la hora (tras 17 años de espera) por derribar este proyecto colectivo y levantar viviendas, innecesarias en el barrio. Muchas de las necesidades eran justamente satisfechas en el lugar, no por el Ayuntamiento ni institución alguna sino por la suma de voluntades, deseos y luchas ciudadanas.
Kukutza cuenta con la única escuela de circo y uno de los mejores rockódromos de Bizkaia, una escuela de danza, comedores y un largo etcétera cuya enumeración deja en evidencia las carencias del barrio, como ilustra todo cuanto puede conseguirse con pasión a lo largo de los años, siendo miles quienes han contribuido a mantener lo que la piqueta ahora está amenazando.
El programa de una International Demonstration convocada bajo el lema Ez dira pasako / No pasarán, es en sí mismo otro inventario. Lo que dentro se gesta, fuera sale ,y de este modo la manifestación de los vecinos del barrio de Errekalde y de Bilbao, así como de todos aquellos que se apuntaron desde los puntos más dispares en apoyo, fue acompañada por un elenco de músicos y artistas poniendo todo la carne en el asador. Toca defender Kukutza
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