El Ejército israelí ha matado de media a un niño palestino cada hora durante los 23 meses que lleva de agresión genocida en Gaza. El número de niños muertos ha superado los 20.000, según denunció Save the Children.
Israel ha exterminado así al menos a alrededor del 2% de la población infantil de Gaza. Y esto solo según los registros de muertes directas, que se multiplican si se tienen en cuenta los fallecidos por enfermedades y heridas provocadas por las fuerzas israelíes.
Al menos 1.009 de los niños muertos eran menores de 1 año y casi la mitad (450) de estos bebés nacieron y murieron durante la ofensiva sionista.
Además, 42.011 niños han resultado heridos y otros 21.000 han quedado permanentemente discapacitados, con graves amputaciones en brazos y piernas. Miles más se encuentran desaparecidos o se presumen enterrados bajo escombros.
La vida de los que han sobrevivido corre un riesgo diario y Save The Children estima que en las próximas semanas la hambruna golpeará aún con mayor dureza. Al menos 132.000 niños menores de cinco años enfrentan al riesgo de muerte por desnutrición aguda. De los 387 palestinos que Israel ha matado por hambre hasta ahora, 138 son menores.
La ONG relató que los padres sufren un dolor insoportable y que no pueden hacer frente a sus sentimientos, a la vez que sobreviven a la desnutrición, el desplazamiento y los bombardeos constantes.
«Lo peor es que lo vimos venir»
«Lo peor de todo es que lo vimos venir», denunció el director
regional de Save the Children para Oriente Medio, África del Norte y
Europa del Este, Ahmad Alhendawi. «Ataques sistemáticos contra hogares
infantiles, parques infantiles, escuelas y hospitales, hambre por diseño
y el mundo no está haciendo nada para detenerlo», criticó.
Alhendawi
subrayó que Israel lleva a cabo «una guerra deliberada contra los niños
de Gaza y su futuro, una generación robada. Si la comunidad
internacional no reacciona, nos enfrentamos al riesgo muy real de la
aniquilación total de las futuras comunidades palestinas», alertó.
Además,
recordó que se han cometido crímenes de atrocidades, incluidos crímenes
de lesa humanidad y crímenes de guerra y que el riesgo plausible de un
genocidio debe ser suficiente para desencadenar una acción urgente
internacional.
«Todos los estados tienen la obligación legal de prevenir el delito
de genocidio. Todos los estados deben actuar con decisión antes de que
sea demasiado tarde», añadió.
Las fuerzas israelíes han dañando
el 97% de las escuelas y el 94% de los hospitales y han dejado decenas
de miles de niños heridos que tienen más probabilidades de morir por
heridas de explosión que los adultos. «Sus cuerpos son más vulnerables
al trauma, y a menudo sufren tipos distintos de lesiones que requieren
tratamiento especializado adaptado a su fisiología y desarrollo», un
tratamiento que Israel también se ha encargado de que no puedan recibir.
Por
ello, Save the Children no solo pide «un alto el fuego inmediato y
definitivo y de inmediato y sin restricciones» para ofrecer ayuda vital
para los niños y las familias en toda Gaza, sino que subraya que «todos
los Estados deben detener inmediatamente la transferencia de armas,
piezas y municiones utilizadas contra niños y civiles».
«El cumplimiento de estas normas es el cumplimiento de la humanidad, y no es opcional», zanjó.
En
las últimas horas, los ataques israelíes están arrasando la Ciudad de
Gaza, donde el domingo bombardeó y derrumbó otro alto edificio, el
tercero en tres días. El sábado destruyó la torre Susi y el viernes la
torre Mushtaha, bloques de torres residenciales y comerciales que
constituían un importante legado en la que fue una vibrante capital.
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