El Tribunal Supremo ha confirmado la absolución de los miembros del grupo ultra conocido como Frente Antisistema acusados de asociación ilícita, vender armas por Internet y 
difundir ideología nazi. A pesar de que en los registros practicados 
durante la investigación se intervinieron abundantes armas, incluido un 
lanzagranadas, el alto tribunal ratifica la sentencia de la Audiencia de
 Valencia que consideró ilegales las escuchas telefónicas sobre las que 
se basaron el resto de las pesquisas.
La sentencia, de la que ha sido ponente 
el magistrado Miguel Colmenero, señala que la “protección del sistema 
democrático” por parte de los poderes públicos no puede hacerse mediante
 vías “que desconozcan o lesionen las garantías de los derechos 
fundamentales”. En este caso, el derecho a la intimidad y al secreto de 
las comunicaciones. En las conversaciones grabadas algunos acusados 
hablaban de salir a “cazar” colectivos como “moros” y “guarros” (término
 con el que en medios ultraderechistas se alude a los antifascistas).
El juez reprocha a la juez instructora y
 a la Guardia Civil que la solicitud de intervención de las 
comunicaciones no contuvo “indicios consistentes”, aparte de 
afirmaciones de fuentes anónimas, “sobre la vinculación de ninguno de 
los sospechosos” con las páginas webs desde las que presuntamente se 
vendían las armas. En el momento de la petición, las webs parecían, 
además, estar “inactivas”, señala el magistrado, pese a lo cual se 
autorizó la interceptación de las conversaciones telefónicas.
La fiscalía y la acusación popular que 
ejercían partidos como Esquerra Unida y entidades cívicas como el 
Movimiento contra la Intolerancia argumentaron en sus recursos que la 
solicitud de la Guardia Civil a la juez para pinchar los teléfonos no 
solo contenía referencias de confidentes policiales sino también 
“controles operativos”.
El Supremo lo considera, sin embargo, 
insuficiente. Y lamenta que en la petición a la magistrada instructora 
no “se precisa en qué consisten los controles operativos, denominación 
bajo la cual caben multitud de acciones”, como el seguimiento de los 
sospechosos.
En las horas de grabación que efectuó la
 Guardia Civil algunos acusados fueron captados encargando cajas de 
munición del calibre 22 y comentando el “palizón” que habían propinado a
 un “punkarra asqueroso”. En los registros de la llamada Operación 
Panzer, lanzada en 2005, se intervino propaganda que negaba el 
holocausto judío, pistolas, rifles, munición de mortero y armas blancas,
 incluidos algunos puñales con el emblema de las SS.
Entre los 16 acusados que se sentaron en
 el banquillo durante el juicio se encontraba un concejal del partido 
España 2000 en el municipio valenciano de Silla, Pedro Cuevas, condenado
 por matar en 1993 al joven antifascista Guillem Agulló, dos militares y
 un atleta paralímpico que participó en las Olimpiadas de Pekín.
http://www.primaveravalenciana.info/2015/07/15/el-supremo-absuelve-a-los-neo-nazis-de-valencia-que-tenian-entre-otras-armas-un-lanzagranadas/
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