Aunque
en principio responsables de la cárcel de Navalcarnero aseguraron a
la familia de Ibon que Ibon iba a estar en aislamiento durante 45
días, tras pasar 14 días de aislamiento, Ibon se encuentra con el
resto de los presos del módulo de enfermería desde el 1º de julio.
Su familiares pudieron visitarlo la semana pasada -4 y 6 de julio- y
lo encontraron mucho mejor, sobre todo anímicamente.
El 8
de julio, sin embargo, Ibon llamó a casa diciendo que había pasado
la noche con fiebre, escalofríos y dolor de cabeza. El 7 de julio
tuvimos acceso a los análisis médicos que se le realizaron a Ibon
en el Hospital Gregorio Marañon los días 28 y 29 de abril, y en
ellos consta que en esa fecha las defensas de Ibon habían descendido
a 117; por lo tanto, nuestra preocupación principal en este momento,
es que Ibon sea víctima de una infección oportunista. Hay que
recordar que ya en octubre de 2011, cuando Ibon, aquejado de
neumonía, perdió el sentido y se desplomó en el comedor de la
cárcel de Basauri tenía 51 defensas.
Teniendo
en cuenta que durante los primeros 50 días de este último ingreso
en prisión sus defensas han bajado de 450 a 117, es de suponer que
durante los 70 días siguientes habrán bajado hasta cifras cercanas
a esas 51 defensas que provocaron su perdida de conciencia e ingreso
en el Hospital de Basurto. El peligro de una infección oportunista
se agudiza teniendo en cuenta que se encuentra en el módulo de
enfermería, foco natural de todo tipo de virus, pues allí se
concentran los presos enfermos. En consecuencia podemos afirmar que
en este momento por parte de los servicios médicos de la cárcel de
Navalcarnero no existe un seguimiento, ni por lo tanto un control
efectivo sobre la evolución de la enfermedad que padece Ibon.
Para
comprender la situación límite en la que se encuentra Ibon, basta
decir que el 8 de julio, cuando se dirigió a la oficina del médico
de la prisión para decirle que tenía fiebre y dolor de cabeza, tras
tocar la puerta una vez y ver que no le contestaba -no estaba dentro-
y volver a llamar con más determinación, se le acercó un
funcionario y le dijo que le iba a meter un parte. Imaginémos qué
efecto puede producir ésto en un preso que padece una enfermedad
neurológica y que sintiéndose mal es sancionado con un parte -que
anteriormente provocó 14 días de aislamiento- simplemente por
pretender ser atendido por el único médico al que puede acceder.
Tal
y como hemos podido sonsacar a los servicios médicos del Hospital
Gregorio Marañón, a Ibon le falta todavía la Resonancia Magnética
(RMN) para completar el informe médico, y el Juzgado Central de
Vigilancia Penitenciaria nos ha confirmado que dicha prueba está
programada para el 22 de julio. Con estos resultados, el servicio
médico del hospital Gregorio Marañón realizarán un informe
médico, que remitirán a la cárcel de Navalcarnero para que su
médico complete el informe y sea remitido a su vez al Juzgado de
Vigilancia Penitenciaria que, tras incluir el informe forense, tomará
la decisión pertinente. Estos trámites pueden durar meses, e Ibon
no tiene tanto tiempo, mucho menos cuando tras haber padecido 14 días
de aislamiento, el contacto con el resto de los presos aumenta las
posibilidades de contaminación.
Durante
esta semana nos hemos entrevistado con varios grupos parlamentarios
del Congreso, y todos ellos han coincidido en que la situación de
Ibon es muy grave. En este momento, y en aras a la discreción
necesaria, no nos es posible comunicar el cúmulo de gestiones
realizadas, pero sí que han mostrado una voluntad de darle revertir
la situación, y de dar determinados pasos ante el gobierno español.
Igualmente, hemos iniciado una campaña de adhesiones entre
asociaciones y organismos que trabajan en el ámbito de los derechos
humanos, y hemos solicitado que se envíen al Juzgado Central de
Vigilancia Penitenciaria. De hecho, la semana pasada supimos “in
situ” que la dirección que aparece en Internet y que nosotr@s
hemos difundido es incorrecta. La dirección correcta es:
JUZGADO
CENTRAL DE VIGILANCIA PENITENCIARIA
c)
Luis Cabrera, 9 28002 Madrid
Sabiendo
ésto, deducimos que las hojas de adhesión-petición enviadas hasta
ahora no han llegado a su destino. Por lo tanto, aunque las hayáis
mandado ya, os pedimos que las enviéis de nuevo a esta nueva
dirección -tenéis el modelo en la página siguiente-, y nos
comuniquéis que lo habéis hecho, a ser posible enviándonos una
copia digital a esta dirección de e-mail.
Resumiendo:
aunque Ibon ya no se encuentra en régimen de aislamiento, nada nos
garantiza que no lo vayan a volver a meter; y con las defensas tan
bajas en cualquier momento puede ser víctima de una infección
oportunista. En cualquiera de ambos casos, será necesario
radicalizar la campaña de movilizaciones, y materializar las
propuestas que estamos diseñando durante estas últimas semanas.
El
viernes -11 de julio- tenemos visita con Ibon, y tras hablar con él,
os seguiremos informando.
Madrid,
a 10 de julio de 2014.
…....................................................................................
elkarteak
1-Bere
kezka adierazi nahi du Ibon Iparragirre Burgoaren espetxeratzeak bere
osasun egoeran eragin duen kaltetze larria dela eta.
2-
Iboneri, bere gaixotasun larriak premiazkoa duen tratamendua
bermatzeko, 2011ko urrian onartu zitzaion 100.2 artikulua
lehenbailehen aplikatzea.
….........................n,
2014ko …........................(re)n …..........(ea)n.
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