domingo, 22 de diciembre de 2019

La pederastia de los Legionarios de Cristo, gráfico por gráfico


Principalmaciel
«Cadena de abusos» de Maciel.
El 2019 arrancó con la confesión de El Vaticano de que tenía noticia de los abusos sexuales que realizó Marcial Maciel de 1943 y que no le impidieron ser buen amigo de los papas Pío XII y Juan Pablo II. La admisión de que manejaban estos datos pone en la picota al cardenal navarro Arcadio María Larraona, que habría descubierto esta conducta durante la investigación realizada entre los años 1953-1959. Larraona sigue teniendo calle en Iruñea.
Hace ya 12 años que murió Maciel, pero la orden que fundó sigue en pie. Para expiar y justificar su permanencia, los Legionarios de Cristo han realizado un informe en el que constatan que su fundador abusó al menos de 60 menores (niños y niñas).
Lo excepcional el trabajo publicado por los legionarios, sin embargo, no es esta constatación de los datos de Maciel, sino que parecen haberse abierto en banda y han incluido el resto de casos de pederastia que han descubierto. 

Según este informe, habría otros 32 sacerdotes que, además de Maciel, habrían cometido absusos. Aun así, hay quien apunta que serían bastantes más, como el exsacerdote Alberto Athié en este artículo de La Jornada. Athié fue una de las personas que denunció al cardenal Norberto Rivera por encubrimiento.
Independientemente del grado último de sinceridad que tenga este informe, supone un avance en el sentido de que permite discriminar la tipología y el grado del abuso y entender mejor cómo funcionaban estos religiosos. Así, de un simple vistazo, se aprecia que uno de cada tres sacerdotes «cazados» era reincidente.

De otra parte, el fenómeno de los abusos sexuales parece tener una capacidad de reproducirse. Así, los legionarios han tratado de analizar hasta qué punto los abusadores fueron, en su día, niños abusados. Eso como si, de algún modo, el convertirse en un depredador sexual fuera otra secuela perniciosa de un primer episodio.

Este dato, puesto en relación con los propios abusados de Maciel crea lo que el informe llama una cadena, cuyo reflejo gráfico es particularmente ilustrativo.

De otra parte, los legionarios reconocen que el hecho de que un seminarista hubiera cometido un abuso no fue impedimento para que acabaran siendo ordenados sacerdotes. Sí que fue un filtro importante, pero uno de cada cinco abusadores lo logró pasar. Y esto a pesar de que en buena parte de casos de abusos (42,4%) el victimario era el superior de la víctima.


En último término, la radiografía interna que han realizado los propios legionarios desgrana dónde está cada uno de estos 33 sacerdotes declarados culpables de abuso. Admite en este gráfico que solo uno de ellos dejó la Congregación. Se mantienen dentro 22, de los que cuatro siguen activos aunque bajo un plan especial de vigilancia.

Evidentemente, todo el informe tiene un espíritu de descargo, de que no ha sido para tanto. Una de las cifras más repetidas es que solo un 2,44% de todos sus sacerdotes ordenados han sido victimarios. Y, sin embargo, todo hay que ponerlo en relación a la escala. Los legionarios son una fracción muy pequeña del catolicismo. ¿Cuánto supondría un 2,44% de todos los sacerdotes católicos? ¿Se atreverá la Iglesia a hacer una radiografía de sí misma tan cruda como la de esta Congregación?

(Todos los gráficos están extraídos tal cual del "Informe 1941-2019 sobre el abuso sexual de menores en la Congregación de los Legionarios de Cristo desde su fundación hasta la actualidad")

https://www.naiz.eus/eu/actualidad/noticia/20191222/los-casos-de-pederastia-de-los-legionarios-de-cristo-grafico-por-grafico 

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