Santutxu: Desmontando la estupidez racista y en recuerdo de Kepa

Desde el primer segundo en que se dieron a conocer los trágicos sucesos acaecidos en Bilbo, donde un joven, en medio de la vía pública y de una forma indiscriminada, se ensañó a cuchilladas  causando un  muerto y varios heridos, diversos medios de comunicación y ámbitos políticos han ido construyendo un esquema. No hay mas que echar un vistazo en los periódicos de la derecha vasca o la  española afincados en Euskal Herria  y los comentarios de sus lectores para ver cual es ese esquema.
Un esquema que cuenta con unas características pre-fabricadas muy conocidas y que contienen un impulso político muy determinado. Se podría resumir así; Oleadas de moros que no saben donde caerse muertos
y delincuentes comunes, que huyendo de la pobreza se instalan aquí y  reciben todo tipo de ayudas al contrario que la población autóctona.
A este esquema se le han añadido también matices religiosos en torno
al islam y todo lo que desde una perspectiva clasista y racista se pueda añadir. Y es que como destacaban esos mismos medios, el autor de la tragedia era “extranjero” y según ellos al parecer del magreb.
La reacción desde un principio  ha preparado el terreno  aprovechando la tragedia y el miedo causado para encauzar la indignación hacia sus intereses políticos. Sin escrúpulos. Diferentes políticos además han realizado declaraciones en ese sentido sin ninguna verguenza como es el caso de Patxi Lopez.

No permitas que la realidad te estropee un titular

Sin embargo el perturbado mental ni es del magreb ni pertenece a ningún tipo de oleada inmigratoria, ni tiene especial dedicación religiosa ni mucho menos huía de la pobreza. Es un joven de una familia acaudalada iraní que
estaba haciendo escala en Euskal Herria para visitar a un familiar antes de continuar su viaje con el objetivo de llegar a EEUU y asentar ahí su carrera artística. Una comunidad, la iraní, que no cuenta ni con un par de docenas
de miembros en Bizkaia y que no destaca por su pobreza precisamente. En resumen; Muy lejos del perfil que nos han querido vender.
Santutxu es un barrio obrero de Bilbo y una de las zonas populares donde la presencia de la izquierda abertzale es notoria. Un barrio que a su vez ha sido castigado severamente por la represión y el número de presxs políticxs es muy alto. La víctima tampoco ha resultado ser el perfil que la reacción española esperaba, sino un euskaltzale, mendizale y profesor jubilado de ikastola.
Kepa Mallea Olaetxea, vecino conocido de Santutxu y uno de los firmantes del manifiesto a favor de Kukutza. Una persona solidaria y que ha trabajado toda su vida por el euskara.
El mejor recuerdo es seguir el ejemplo de Kepa. Tragedias de este tipo no entienden de nacionalidad ni de clases. Y solo una solidaridad activa y compromiso social es lo que podrá conseguir que la espiral de locura sea moneda de cambio en esta sociedad. Y como sentenciaba el propio manifiesto que firmó Kepa; “Creemos que un tejido social vivo, crítico, abierto, plural y responsable es la mejor vacuna para hacer frente a estos tiempos de creciente individualismo”.
Ni un paso atrás contra el fascismo, racismo  y el populismo de extrema derecha. Kepa gogoan zaitugu.

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