El 31 de Mayo de 2011, a su salida del Palacio Baluarte de Iruña, el príncipe Felipe se vuelve hacia una ciudadana que le pide un referéndum por la República y "debate" con ella. Al final, el Principe saca a relucir la prepotencia propia de su cargo: "Desde luego, ya has conseguido tu minuto de Gloria", le espeta para cerrar la conversación.
Ciudadano Felipe de Borbón, además de que usted vive a costa de ella, su minuto de gloria lo tendrá esta ciudadana, como millones más, el día en que usted y los suyos devuelvan al pueblo lo que por derecho les pertenece: la jefatura del estado, las riquezas que gracias a ello su familia ha acumulado, y, sobre todo, el derecho democrático a ser un ciudadano pleno, y no el subdito de nadie.
Nunca se le olvide, su Alteza de la real prepotencia.
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