Hace unas semanas, lanzamos un ambicioso proyecto al que bautizamos como Apurtu Telebista, y que, como su propio nombre indica, era una televisión, en este caso por internet. La primera televisión on line antirrepresiva de Euskal Herria. Tras varios días de andadura, el periódico español ABC se refirió a nosotros en un artículo claramente sensacionalista en el que abundaban las mentiras, las inexactitudes y la intoxicación. Ese mismo día, el servidor de nuestra página web sufrió un ataque informático que lo bloqueó e imposibilitó las visitas a la web. Por si esto fuera poco, al día siguiente ABC volvió a la carga asegurando que nosotros mismos habíamos bloqueado la web "tácticamente" para evitar la acción de la justicia.
ABC nos acusó de ser un instrumento de ETA, blandiendo la teoria garzoniana del "todo es ETA", y nosotros queremos reivindicar nuestra independencia. No somos parte de ningún proyecto propagandístico de ETA, ni se nos ordena nada desde esta organización. ABC nos ha utilizado para vender más periódicos, en tiempos de crisis de la prensa escrita, conscientes de que un buen titular y algunas mentiras sobre el conflicto vasco venden en España. Pero aquí nadie se traga falacias tales como que los presos políticos tienen internet en sus celdas y este canal de televisión estaba pensado para subirles el ánimo.
Desde Apurtu.org queremos asegurar que no tenemos nada que ocultar a nadie, y que hablar de derechos humanos, civiles y políticos nunca puede ser constitutivo de delito. No por lo menos en una democracia sana. Creemos que con esta serie de artículos en ABC y el ataque sufrido nuestro derecho a la libertad de expresión se ha visto vulnerado, y lo que es más grave, se ha atacado el derecho a la libre elección de las fuentes de información de la ciudadanía navarra y vasca. Vemos con preocupación como una nueva inquisición se está extendiendo también por la red de redes, y nos asusta pensar que Apurtu.org y su televisión puedan ser los próximos objetivos de la censura que anteriormente acabó con proyectos como Egin o Egunkaria, entre otros. Y pensamos que ahora que estamos a tiempo, todas las personas que tenemos relación con la prensa digital deberíamos reaccionar.
Nuestra labor es la de informar, y si ahora se considera delito hablar sobre la tortura en el Estado español, sobre las condiciones en las prisiones españolas y francesas, sobre la brutalidad policial creciente en nuestra Comunidad o sobre las penurias que tienen que soportar los familiares de los y las presas políticas, pues sí, somos culpables. Y estamos orgullosos y orgullosas de ello.
Queremos hacer saber a todos y todas nuestras espectadoras y habituales visitantes que en cuanto solventemos los problemas técnicos derivados del ataque sufrido, volveremos a la Red para seguir informando, desde el mismo lugar y de las mismas formas que lo hemos venido haciendo hasta la fecha. Como dijimos tras el ataque, "seguimos, seguiremos."
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